No tengo otra cosa que poder regalar a todo el mundo. Así que, para quien quiera apreciarla, ahí está mi palabra.

lunes, 3 de marzo de 2014

¿El tiempo?

                                                    "mano con esfera reflectante". Escher

El tiempo, ese espejismo que encanece nuestras almas,
ha estado visitándome a escondidas,
mas ningún despertador me alertó de que pasaban los días.

Desde dentro de mi piel nada parece haber cambiado
hasta que consulto los espejos,
si miro hacia dentro parezco ser el mismo,
ese asombrado chaval,
asomado eternamente a las ventanas de sus ojos,
acodado en el alféizar de la vida.

El tiempo parece correr solo en las afueras de mi mente,
y aún me intuyo capaz de proezas juveniles,
hoy parece, como ayer, nunca y siempre.

Me calienta el sol todos los días,
y la nieve, tal como solía hacer, me enfría.
Atesoro aquellos roces que me erizaron la piel
y el amor intermitente que acompaña mis sueños.

Sigo sintiendo tus besos,
el viento que empuja las alas de mi sombrero,
la cara del camarero, y el vino que estoy bebiendo,
y sé que, más allá de los cristales, está lloviendo.

Me caliento entre las brasas de recuerdos por tener,
y me refresco en el rocío.
Y, por encima de todo, no he dejado de correr,
corro, corro, y corro, cuesta arriba.
Recuerdo haber estado corriendo, siempre, detrás de la vida.

Si no existiese el espejo el tiempo no pasaría.



Ogando, marzo, 2014.


1 comentario:

  1. Sentimiento y verdad en tus palabras, como siempre. No te creas la mentira de azogue de los espejos, es más real el tiempo de dentro. Un beso sin tiempo de tu prima.

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