No tengo otra cosa que poder regalar a todo el mundo. Así que, para quien quiera apreciarla, ahí está mi palabra.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Aún nace un nuevo año.

Dejadme que sea tajante.
A pesar de tantos vándalos,
tantos e inhumanos actos,
la vida va por delante.

La vida conoce de memoria
los más antiguos caminos
y el orden natural de las palancas,
mueve al mundo como quiere
y deja para el hombre
el aburrido estudio artificial
de los puntos de apoyo
y otras prácticas zarandajas. 

La vida, a pesar de todo,
aún en muchos ojos brilla
y, aunque ya no nos sorprenda,
sigue mostrando, sencilla,
tan sutiles maravillas
que aún me parecen mentira.
(¡como seguir llenando de vida
barrigas previamente vacías!)
¡Aún seguimos naciendo
y, a pesar de ecos siniestros,
aún queda, fuera, vida!

Estar vivo aún mantiene ventajas,
sigue provocando lágrimas
con detalles genuinos que nos rozan
y hacen estallar fuegos de colores
y artificio en las entrañas:
sentimientos cálidos y placeres
limpìos, elegantes e ilegales,
por los que nos quieren pasar cargo.
Aún baila la vida en nuestros rostros
incluso a pesar tuyo "mundo amargo".

Aún me sigo emocionando
y me estremezco,
rodeado de piedras que respiran
y vestido de corteza,
aún me quiebro en un abrazo
si a alguien querido estrecho,
aún el corazón salta en mi pecho
persiguiendo lo que pudimos ser,
no lo que somos,
sin que logre frenarle
todo el plomo
que el mundo deposita en la esperanza.

Aún con tanto carroñero
y tanta siniestra sombra
con tanto ladrón legal
como nos está robando,
a pesar de tanta herida,
se acerca un nuevo año,
y, a despecho de profecias,
aún viene ofreciendo vida.

Vamos a vivir,
a luchar y a aprovecharlo.


Ogando, diciembre 2012.