No tengo otra cosa que poder regalar a todo el mundo. Así que, para quien quiera apreciarla, ahí está mi palabra.

viernes, 12 de junio de 2015

... Salvo tú.


 (Fotografía "robada", propiedad de Elena Esteban Moreno)

La ciudad no es de verdad,
la ves cambiar según miras.
El paraíso, el infierno,
el verano y el invierno,
el diablo, y Dios. Todo.

Todo son mentiras.

La alegría, la tristeza, la ira,
La ciudad, el mundo que gira,
la política, la filosofía. Mentira.
La ciudad, el país, el universo,
la sociedad, la bolsa y la vida.

Todo es mentira.

Sea cual sea el color,
del cristal con el que miras,
lo que veas, será mentira. 
Lo que encuentras al llegar,
lo que dejas cuando te vas,
la muerte, la verdad… y la mentira.

Todo es mentira.

Lo que hay y lo que no hay,
lo que nos cuentan y ocultan,
los dioses y los profetas,
los mezquinos, los poetas,
los que se quedan y los que se piran,
todo, todo, todo es mentira.

Tú y yo…
Cuando dices que me odias,
y cuando dices que me estimas,
los olores, los colores, los sentidos,
las flores, las rosas, y sus espinas...
Todo el mundo es de mentira.

Creyendo que caminamos
sobre seguros cimientos
de hormigón de realidad,
paseamos por la vida.
Mas dura será la caída.

Porque todo, absolutamente todo,
salvo tú quizá, todo es mentira.

Ogando, junio, 2015