No tengo otra cosa que poder regalar a todo el mundo. Así que, para quien quiera apreciarla, ahí está mi palabra.

jueves, 3 de septiembre de 2015

No me dejan.



Si que quiero ser feliz
pero no me dejan,
se vuelven contra mi
esas cosas viejas
que antes eran nuestro hogar,
y ahora nos reflejan.

Las aguas de los mares
sembradas de cadáveres
los muros y alambradas
que mantienen vidas,
y personas, separadas.
Tantas guerras en la Tierra
que no acaban.

Tal vez creas que aposta
hago llorar a mis versos
porque un poeta celebra,
porque si, los dramas.

Pero quiero ser feliz
y no me dejan, 
las lagrimas derramadas,
el hambre, la miseria...
y los niños que, ya jamás,
podrán derramar nada.

Ogando. 2015