No tengo otra cosa que poder regalar a todo el mundo. Así que, para quien quiera apreciarla, ahí está mi palabra.

sábado, 23 de diciembre de 2017

¡Fría Navidad!


¿Que traerán los reyes, madre? 
¿Los reyes que nos traerán?
Ya deben estar llegando 
pues ya está aquí Navidad.
¿Traerán gobiernos justos?
¿Sus bienes repartirán?
¿Para quienes tienen frío,
para quienes tienen hambre,
traerán carbón y pan?
Algunos de mis amigos
yo se que no cenarán.
¿Traerán ropas de abrigo?
¿Traerán justicia y paz?
No les he pedido nada, 
porque se que ellos sabrán, 
siendo, como son, magos 
lo que nos falta en verdad.
Lo que me preocupa, madre, 
es lo que me dice padre, 
que por ellos no se pirra.
Que se llevarán el oro,
y nos dejarán la Mirra,
que los reyes nunca fueron 
gentes de quien fiar.
Dime, madre, que no duermo,
¿Lo poquito que nos queda,
los reyes se llevarán?
¿Que traerán los reyes madre?
¿Los reyes que nos traerán?

JOgando, diciembre, 2018.


martes, 12 de diciembre de 2017

¿Realidades?

Nací en periodo triste de posguerra, y en plena dictadura con la que conviví aún muchos años (siempre son demasiados en cualquier caso). No tuve por lo tanto más remedio que ir aprendiendo a cuestionarme la realidad oficial.

Lo primero que hacen todas las dictaduras, nada más instaurarse, es empezar por intentar cambiar esa realidad. Cambiar la historia, el pasado, y el presente. Se trata de mover a sus propagandistas, de promover a sus propios pseudo intelectuales, y estrategas, de aleccionar  a los medios, de redactar de nuevo los libros de textos... Y, por supuesto, de prohibir cualquier ventana a la cultura auténtica, y limitar las ventanas al exterior en general. Finalmente, los que eran buenos ahora serán malos, y viceversa. Y los hechos de la historia tendrán diferentes protagonistas, y un nuevo reparto de papeles en general.

De hecho la primera posverdad sobre la que yo reflexioné no fue la ahora bautizada por Trump, y sus secuaces. Cuando Franco lanzó aquella campaña que decía "¡Con Franco 25 años de paz!" yo siempre pensaba. ¡Claro! Y sin Franco hubieran sido más... ¡No te j...!

La realidad no es siempre lo primero que parece rodearnos, ni aquello que nos "venden" desde los altos estamentos sociales. Otra obligación más, otra tarea de los almanautas en su epopeya: vislumbrar la autentica realidad, apartar los disfraces, los decorados, otear el horizonte con la mirada limpia, y el catalejo libre de caleidoscopios sociales.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Te quiero mujer.

Mujer. Te quiero mujer,
ni esclava, ni diosa,
ni costilla, ni revés,
que nadie te tome,
que nadie te de,
sin más adjetivos
que libre, y mujer.
No te quiero a medida,
te quiero mujer.
No te quiero sumisa,
te quiero mujer,
No te amo amarrada,
no te quiero callada,
no te quiero humillada.
Te quiero mujer.
Y si, soy consciente
de que no te importa,
y nada tiene que ver,
lo que quiera como hombre.
¡Y que así debe ser!
Solo pretendo dar fe.
Yo te quiero,
sin más y sin menos,
simplemente mujer.

JOgando, diciembre, 2017.

martes, 5 de diciembre de 2017

¡Ay Carmena!
Lo sé, se que no eres tu sola la culpable de que haber votado a Podemos me esté dando quebraderos de cabeza, pero tengo que decírtelo. Esta medida, de ir por una calle, y volver por otra, es un ejemplo de esas que tomáis que me “hielan, sin a que ni pa que, el corazón”. ¿Estamos tontos?
Esta medida no es siquiera populista, es absurda, y dictatorialmente paternalista, ¿en que estabais pensando? ¿Que será lo próximo? ¿no pasear esas calles en grupo?
¿Sabéis, Carmena y equipo? En el fondo habéis construido, en pleno centro de mi amado Madrid, una magnífica analogía de eso en lo que se han convertido izquierda y derecha, es la demostración gráfica perfecta: Ambos conceptos reducidos a simples direcciones obligatorias.
Ni nuestros gobernantes, de uno u otro signo, se plantean una sola cosa con sentido, ni el pueblo se plantea llamarles estúpidos cuando son los que van teóricamente en su misma dirección. Murieron las ideologías reflexivas, triunfa el fanatismo más futbolero. “Viva Messi” (o Ronaldo), aunque el equipo pierda, aunque el solo gane más que todos los socios del club juntos, y encima no pague sus impuestos. ¡Somos carne de cañón! Pero... ¡Ay Carmena! Jamás pensé que Podemos, y menos tú, pudierais convertiros en parte de ese cañón.
Una y otra vez, el cada vez más viejo anarquista que hay en mi, me susurra con más frecuencia: ¡Que cuesta arriba se me está haciendo esta democracia!