No tengo otra cosa que poder regalar a todo el mundo. Así que, para quien quiera apreciarla, ahí está mi palabra.

jueves, 2 de mayo de 2019

Del perdón y del olvido.

Quien en lugar de perdón
pide tan solo el olvido,
cuando con ningún sentido
cometió una gran traición,
no merece ese perdón,
porque no está arrepentido.

Lo que con sangre está escrito
no lo olvida el corazón,
ni disculpa la razón
cuanto fue de desmedido.

No se olvida, ni ha prescrito,
que trajeran el infierno
a lo que "ellos" llamaron
su grande y libre nación.

De Europa a todo el fascismo
trajeron como enemigo,
y a quien les abrió las puertas
para pisar nuestros huertos
no le olvidarán los muertos,
ni le perdonaré jamás yo.

Quedó un páramo asolado
dejó un pueblo dividido,
quedó un país abatido,
y todo un pueblo encerrado.
Se acribillaron las vallas
de mil tristes cementerios
y otros miles de cunetas
se rellenaron de... sueños.
De tantas veces decirlo,
hasta el carácter se muda
pero olvidarlo, sin duda,
sería, otra vez, repetirlo.

Hemos de hacer un esfuerzo
en ambos bandos guerreros,
los que se creen que ganaron,
y los que creen que perdieron.
Y perdonar, no olvidar,
por no repetir el infierno.
No hay que ganar una guerra,
sino conquistar juntos el cielo.

JOgando, 27 de abril de 2019.