Cuando ya nada importe,
y el Universo cerrado
deje fuera el aire.
Cuando sople el viento
en mínimas calles
de edificios pigmeos,
y la divina lluvia
no moje tu pelo,
y la luz de la Luna
no entre en tu casa
ni sustente tu alma.
Cuando solo alimentes
a odiosas mascotas
en lugar de sueños,
hasta quedar del todo
vacío y desnudo.
Cuando solo el silencio
cruce la oscuridad
y una piel de madera
cubra tus huesos.
No deberás preocuparte,
no podrás preguntarte
por qué nunca hiciste
lo que querías hacer.
Ogando, 2013
Ogando, 2013
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