Hacedme un poco de caso.
Es preciso que os mojéis,
que envolváis el corazón
en palabras empapadas
que os nublen la razón.
En las lágrimas saladas,
mezcla de agua y lava,
que derriban la prisión
que mantiene la pasión
dormida y encadenada.
Sumergid el corazón
en las turbulentas aguas
del elixir de la vida
y de sus bromas pesadas.
Te harán llorar de alegría
y te harán reír por nada...
Los demás te mirarán,
cabecearán con alarma,
y jurarán que estás loco.
Pero os doy mi palabra.
Juro que merece la pena
naufragar en esas aguas.
Ogando 2011
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