¿Ya
no queda nada, madre, por hacer,
nada que puedan hacer tus hijos?
¿No
hay una sola posibilidad de vencer?
¿Damos,
madre, por perdido lo que tanto
nos
costó conseguir y mantener?
Cuando
los tiranos se apoderan del gobierno,
déspotas
ilustrados, dictadores disfrazados,
¿solo
queda, madre, obedecer?
Cuando
el pueblo se equivoca y
le
da la mayoría a quien nunca sabrá usarla,
¿ya
no se puede hacer nada?
¿No
hay un solo resorte que permita
recuperar
libertad y democracia?
La protesta de tus hijos en las calles,
a
pesar de totalmente refrendada,
se niegan a escucharla,
y la palabra solo llega a oídos sordos,
¿qué
podemos hacer, madre, para potenciarla?
Cuando
se accede al poder con mentiras,
con
engaños y falsas caras. Cuando en el poder
se
multiplican los corruptos, los sátrapas.
Cuando
el poder solo busca robar a tus hijos
sin piedad, sin medida y sin escala,
¿No
hay nada que podamos hacer, madre,
para
recordarles que el pueblo es el que manda?
Cuando tus hijos tienen sangre en las venas
y, la suya y la ajena, veneran y respetan,
¿qué pueden hacer, madre, para no derramarla?
¿Tendremos
que darle la razón a Rimbaud
y abandonar
la palabra y traficar con armas?
Queremos ser hombres y mujeres, niños y poetas,
pero jamás en las manos de proxenetas.
pero jamás en las manos de proxenetas.
¿Qué podemos hacer si nos apoyan contra una tapia?
¿A
qué nos empujan, madre?
¿En
qué quieren convertirte y convertirnos, madre patria?
Ogando, enero, 2013
Ogando, enero, 2013
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